Este proyecto comenzó en el mes de abril de 2010. Por aquellas fechas estaba fotografiando una colonia estable de marmotas que ya conocía en el pirineo de Andorra.Mientras estaba realizando el trabajo, empezó a caer una débil nevada que convirtió el escenario en un tapiz blanco que cambió todo el decorado del paisaje. No pude entonces conseguir fotografías de marmotas en la nieve porque una densa niebla me lo impidió, pero de ahí partió la idea de fotografiar marmotas en la nieve que tres años mas tarde se materializó.
Tras una intensa búsqueda de fotografías de marmotas observé que muy pocas son las que se pueden ver sobre el manto blanco de la nieve, hecho este que despertó ,más si cabe ,mi interés por el proyecto. Conocía el lugar, estaba a mi alcance y me gustaba lo que hacía.... solo me faltaba que las marmotas me aceptaran y que la nieve apareciera.
El hábitat de las marmotas del Pirineo esta situado entre los 1600 y los 2200 metros, y su hibernación se extiende desde finales de Octubre a mediados de Abril, así pues, solo están en el exterior de sus madrigueras en primavera y verano, épocas estas en que la nieve ya ha desparecido de su territorio, y si existe es solo casual como me sucedió en abril de 2010.
No obstante, ya que conocía el lugar, soy amante de la montaña y la naturaleza, y aunque para llegar a los 2000 m que es donde habita esta colonia de marmotas hay que hacer más o menos una hora de ascensión, he dedicado muchos días a su observación y muchos más a fotografiarlas, uniendo así dos finalidades; intentar que se acostumbraran a mi presencia por un lado y mirar de conseguir buenas imágenes para mi porfolio.
El método de trabajo consistió desde un principio a realizar un acercamiento lento pero paulatino a sus madrigueras, inmóvil en los lugares donde me iba situando durante horas para que mi presencia y mis futuros movimientos no los vieran como una amenaza, pues el proyecto tenía que ser sin hyde y totalmente en su hábitat.
Como ya he dicho, durante tres años he estado esperando la “oportunidad “de fotografiar en la nieve. Esta ocasión llegó ya bien entrada la primavera del año 2013, pues unas intensas nevadas propiciaron la situación. Entre finales de Mayo y primeros de Junio de 2013, que es cuando se produjeron las nevadas, subí hasta en seis ocasiones al lugar donde habitan, casi todas ellas con raquetas de nieve, para fotografiar lo proyectado.
Tres de esos días no tomé ni una sola fotografía, pues o bien su ánimo no estaba bien dispuesto para dejarse fotografiar o bien la inclemencia meteorológica me lo impidió. Pero en los otros tres sí que tuve más suerte y en todos ellos pude disparar mi cámara. Uno de ellos fue el más intenso y productivo, pues después de una gran nevada nocturna un sol brillante me permitió disparar cómodamente, y las marmotas ese día parecían querer que yo las fotografiara.
Aprovechando la oportunidad que me brindaba tanto la naturaleza como las propias marmotas, pude retratarlas durante esos tres días en diferentes lugares del territorio, y en diferentes actitudes tanto individuales como interactuando unas con otras. Además, como quiera que casi siempre el pelaje estaba mojado, con el reflejo de la luz del sol este brillaba sobre manera, y las tonalidades grisáceas se volvían más marronosas.
En total fueron más de 24 horas de sesión y alrededor de 2.000 imágenes captadas, de las cuales este es un pequeño resumen.
He subido a su territorio en otras ocasiones y también con nieve, pero el resultado , ya fuere por el mal tiempo o por sus pocas ganas de interacturar, no ha sido satisfactorio.
Seguire intentandolo.